LA GUERRA FRÍA O POST GUERRA
La Guerra Fría fue un enfrentamiento político, económico,
social, militar, informativo, científico y deportivo iniciado al finalizar
la Segunda Guerra Mundial entre
el llamado bloque Occidental (occidental-capitalista)
liderado por Estados Unidos, y el bloque
del Este (oriental-comunista)
liderado por la Unión Soviética.
Su origen se suele situar
entre 1945 y 1947, durante
las tensiones de la posguerra, y se prolongó
hasta la disolución de la Unión Soviética (inicio
la Perestroika en 1985, Accidente nuclear de Chernóbil en 1986, caída del muro de Berlín en 1989 y golpe
de Estado fallido en la URSS de 1991). Ninguno
de los dos bloques tomó nunca acciones directas contra el otro, razón por la
que se denominó al conflicto «guerra fría».
Las razones de este
enfrentamiento fueron esencialmente ideológicas y políticas. Por un lado, la
Unión Soviética financió y respaldó revoluciones y gobiernos socialistas,
mientras que Estados Unidos dio abierto apoyo y propagó desestabilizaciones y
golpes de Estado, sobre todo en América
Latina. En ambos casos los derechos
humanos se vieron seriamente violados.
Si bien estos enfrentamientos no
llegaron a desencadenar una guerra
mundial, la gravedad de los conflictos económicos, políticos e
ideológicos, marcaron significativamente gran parte de la historia de la
segunda mitad del siglo XX. Las dos superpotencias ciertamente
deseaban implantar su modelo de gobierno en todo el planeta
ORIGEN DEL
TÉRMINO
A fines de la Segunda Guerra
Mundial, el escritor inglés George
Orwell usó «guerra fría» como un término general en su
ensayo You and the Atomic Bomb (en
español, La bomba atómica y usted),
publicado el 19 de octubre de 1945 en el periódico británico Tribune. En un mundo amenazado por la
guerra nuclear, Orwell se refirió a las predicciones de James
Burnham de un mundo polarizado y escribió:
El mismo Orwell escribió en
el The
Observer del 10 de marzo de 1946 que «después de la
conferencia de Moscú en diciembre pasado, Rusia comenzó a hacer una guerra fría
contra Reino Unido y el Imperio británico».
El primer uso del término para
describir específicamente la confrontación geopolítica entre la Unión Soviética
y los Estados Unidos de posguerra fue en un discurso de Bernard
Baruch, un financiero e influyente asesor presidencial
estadounidense, el 16 de abril de 1947. En el discurso Baruch dijo: «no nos
engañemos: estamos inmersos en una guerra fría». El término fue popularizado
por el columnista Walter Lippmann con su libro The Cold War. Cuando se le preguntó
en 1947 sobre la fuente de la expresión, Lippmann lo remontó a la guerre froide, un término francés
de los años treinta.
ANTECEDENTES
Existe un cierto desacuerdo sobre cuándo comenzó
exactamente la Guerra Fría. Mientras que la mayoría de historiadores sostienen
que empezó nada más acabar la II
Guerra Mundial, otros afirman que los inicios de la Guerra Fría se
remontan al final de la I
Guerra Mundial, en las tensiones que se produjeron entre el Imperio
ruso, por un lado, y el Imperio británico y Estados
Unidos, por el otro. El choque entre comunismo y capitalismo empezó
en 1917,
tras el triunfo de la Revolución rusa, de la que
Rusia emergió como el primer país socialista. Este fue uno de los primeros
eventos que provocó erosiones considerables en las relaciones
ruso-estadounidenses.
Algunos eventos previos al final
de la I Guerra Mundial fomentaron las sospechas y recelos entre soviéticos y
estadounidenses: la idea bolchevique en
el cual el capitalismo debía ser derribado por la fuerza para ser reemplazado
por un sistema comunista, la retirada rusa de la I Guerra Mundial tras la
firma del Tratado de Brest-Litovsk con
el Segundo Reich, la intervención
estadounidense en apoyo del Movimiento
Blanco durante la Guerra
Civil Rusa y el rechazo estadounidense a reconocer
diplomáticamente a la Unión Soviética hasta 1933. Junto a estos diferentes
acontecimientos durante el periodo de entre guerras agudizaron las sospechas: la
firma del Tratado de Rapallo y
del Pacto germano-soviético de no
agresión son dos notables ejemplos.
Segunda Guerra Mundial y la posguerra (1939-1947)
Durante la guerra, los soviéticos
sospechaban que británicos y estadounidenses habían optado por dejar a los
rusos el grueso del esfuerzo bélico, y que forjarían una unión contra los
soviéticos (Operación Impensable) una vez que la guerra
estuviera decidida a favor de los aliados, para forzar a la URSS a firmar un
tratado de paz ventajoso para los intereses occidentales. Estas sospechas
minaron las relaciones entre los aliados durante la II Guerra Mundial.
Los aliados no estaban de acuerdo
en cómo deberían dibujarse las fronteras europeas tras la guerra. El modelo
estadounidense de «estabilidad» se basaba en la instauración de gobiernos y
mercados económicos parecidos al estadounidense (capitalista), y la creencia de
que los países así gobernados acudirían a organizaciones internacionales (como
la entonces futura ONU)
para arreglar sus diferencias.
Sin embargo, los soviéticos
creían que la estabilidad habría de basarse en la integridad de las propias
fronteras de la Unión Soviética. Este razonamiento nace de la experiencia
histórica de los rusos, que habían sido invadidos desde el Oeste durante los
últimos 150 años. El daño sin precedentes infligido a la URSS durante la
invasión nazi (alrededor de 27 millones de muertos y una destrucción
generalizada y casi total del territorio invadido) conminó a los líderes
moscovitas a asegurarse de que el nuevo orden europeo posibilitara la
existencia a largo plazo del régimen soviético, y que este objetivo solo podría
conseguirse mediante la eliminación de cualquier gobierno hostil a lo largo de
la frontera occidental soviética, y el control directo o indirecto de los
países limítrofes a esta frontera, para evitar la aparición de fuerzas hostiles
en estos países.
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