lunes, 30 de noviembre de 2015

TEORÍ SOCIOCULTURAL DE VIGOTSKI


Teoría Sociocultural
 

En el enfoque de Vygotsky es fundamental considerar al individuo como el resultado del proceso histórico y social donde el lenguaje desempeña un papel esencial.
El conocimiento es un proceso de interacción entre el sujeto y el medio, pero el medio entendido social y culturalmente, no solamente físico, como lo considera primordialmente Piaget.
En Vygotsky, cinco conceptos son fundamentales: las funciones mentales, las habilidades psicológicas, la zona de desarrollo próximo, las herramientas psicológicas y la mediación. En este sentido, se explica cada uno de estos conceptos.
FUNCIONES MENTALES.
 

Para Vygotsky existen dos tipos de funciones mentales: las inferiores y las superiores.
Las funciones mentales inferiores son aquellas con las que nacemos, las que están determinadas genéticamente. El comportamiento que se deriva de las funciones mentales inferiores es limitado; está condicionado por lo que podemos hacer. Las funciones mentales inferiores nos limitan en nuestro comportamiento a una reacción o respuesta al ambiente. La conducta es impulsiva.
Las funciones mentales superiores se adquieren y se desarrollan a través de la interacción social. Puesto que el individuo se encuentra en una sociedad específica con una cultura concreta, Las funciones mentales superiores están determinadas por la forma de ser de esa sociedad. El comportamiento derivado de las funciones mentales superiores esta abierto a mayores posibilidades. El conocimiento es resultado de la interacción social; en la interacción con los demás adquirimos conciencia de nosotros, aprendemos el uso de los símbolos que, a su vez, nos permiten pensar en formas cada vez más complejas. Para Vygotsky, a mayor interacción social, mayor conocimiento, más posibilidades de actuar, más robustas funciones mentales.
De acuerdo con esta perspectiva, el ser humano es ante todo un ser cultural y esto es lo que establece la diferencia entre el ser humano y otro tipo de seres vivientes. El punto central de esta distinción entre funciones mentales inferiores y superiores es que el individuo no se relaciona únicamente en forma directa con su ambiente, sino también a través de y mediante la interacción con los demás individuos. La psicología propiamente humana es un producto mediado por la cultura.
HABILIDADES PSICOLÓGICAS.
Para Vygotsky, las funciones mentales superiores se desarrollan y aparecen en dos momentos. Se manifiestan en el ámbito social y en el ámbito individual. La atención, la memoria, la formulación de conceptos son primero un fenómeno social y después, progresivamente, se transforman en una propiedad del individuo. Cada función mental superior, primero es social, es decir primero es interpsicológica y después es individual, personal, es decir, intrapsicológica.
Esta separación o distinción entre habilidades interpsicológicas y habilidades intrapsicológicas y el paso de las primeras a las segundas es el concepto de interiorización. En último término, el desarrollo del individuo llega a su plenitud en la medida en que se apropia, hace suyo, interioriza las habilidades interpsicológicas. En un primer momento, dependen de los otros; en un segundo momento, a través de la interiorización, el individuo adquiere la posibilidad de actuar por si mismo y de asumir la responsabilidad de su actuar
ZONA DE DESARROLLO PRÓXIMO.
En el paso de una habilidad interpsicológica a una habilidad intrapsicológica los demás juegan un papel importante. La posibilidad o potencial que los individuos tienen para ir desarrollando las habilidades psicológicas en un primer momento dependen de los demás. Este potencial de desarrollo mediante la interacción con los demás es llamado por Vygotsky zona de desarrollo próximo.
Desde esta perspectiva, la zona de desarrollo próximo es la posibilidad de los individuos de aprender en el ambiente social, en la interacción con los demás. La zona de desarrollo próximo, consecuentemente, está determinada socialmente.
Así el nivel de desarrollo de las habilidades interpsicológicas depende del nivel interacción social.
HERRAMIENTAS PSICOLÓGICAS.
Las herramientas psicológicas son el puente entre las funciones mentales inferiores y las funciones mentales superiores y, dentro de estas, el puente entre las habilidades interpsicológicas (sociales) y las intrapsicológicas (personales).
Tal vez la herramienta psicológica más importante es el lenguaje. Inicialmente, usamos el lenguaje como medio de comunicación entre los individuos en las interacciones sociales. Progresivamente, el lenguaje se convierte en una habilidad intrapsicológica y por consiguiente, en una herramienta con la que pensamos y controlamos nuestro propio comportamiento.
LA MEDIACIÓN.
La cultura proporciona las orientaciones que estructuran el comportamiento de los individuos, lo que los seres humanos percibimos como deseable o no deseable depende del ambiente, de la cultura a la que pertenecemos, de la sociedad de la cual somos parte. “El hecho central de su psicología es el hecho de la mediación”.
El ser humano, en cuanto sujeto que conoce, no tiene acceso directo a los objetos; el acceso es mediado a través de las herramientas psicológicas, de que dispone, y el conocimiento se adquiere, se construye, a través de la interacción con los demás mediada por la cultura, desarrollada histórica y socialmente.
Para Vygotsky, la cultura es el determinante primario del desarrollo individual. Los seres humanos somos los únicos que creamos cultura y es en ella donde nos desarrollamos, y a través de la cultura, los individuos adquieren el contenido de su pensamiento, el conocimiento; más aún, la cultura es la que nos proporciona los medios para adquirir el conocimiento. La cultura nos dice que pensar y cómo pensar; nos da el conocimiento y la forma de construir ese conocimiento, por esta razón, Vygotsky sostiene que el aprendizaje es mediado.


CONSTRUCTIVISMO

Constructivismo (pedagogía)


El constructivismo es una corriente pedagógica basada en la teoría del conocimiento constructivista, que postula la necesidad de entregar al alumno herramientas (generar andamiajes) que le permitan construir sus propios procedimientos para resolver una situación problemática, lo que implica que sus ideas se modifiquen y siga aprendiendo.
El constructivismo educativo propone un paradigma donde el proceso de enseñanza se percibe y se lleva a cabo como un proceso dinámico, participativo e interactivo del sujeto, de modo que el conocimiento sea una auténtica construcción operada por la persona que aprende (por el "sujeto cognoscente"). El constructivismo en pedagogía se aplica como concepto didáctico en la enseñanza orientada a la acción.1
Como figuras clave del constructivismo destacan principalmente Jean Piaget y a Lev Vygotski. Piaget se centra en cómo se construye el conocimiento partiendo desde la interacción con el medio. Por el contrario, Vygotski se centra en cómo el medio social permite una reconstrucción interna. La instrucción del aprendizaje surge de las aplicaciones de la psicología conductual, donde se especifican los mecanismos conductuales para programar la enseñanza de conocimiento.
Existe otra teoría constructivista (del aprendizaje cognitivo y social) de Albert Bandura y Walter Mischel, dos teóricos del aprendizaje cognoscitivo y social.



Concepto

El ser humano, tanto en lo cognitivo como en lo social y afectivo, no es producto del ambiente ni resultado de sus disposiciones internas, sino una reconstrucción propia que se va reproduciendo constantemente como resultado de la interacción entre estos dos factores. El conocimiento no es una copia fiel de la realidad, sino una reconstrucción del individuo.
Se considera al alumno poseedor de conocimientos sobre los cuales tendrá de construir nuevos saberes. Según Ausubel “Sólo habrá aprendizaje significativo cuando lo que se trata de aprender se logra relacionar de forma sustantiva y no arbitraria con lo que ya conoce quien aprende, es decir, con aspectos relevantes y preexistentes de su estructura cognitiva”.
No pone la base genética y hereditaria en una posición superior o por encima de los saberes. Es decir, a partir de los conocimientos previos de los educandos, el docente guía para que los estudiantes logren construir conocimientos nuevos y significativos, siendo ellos los actores principales de su propio aprendizaje. Un sistema educativo que adopta el constructivismo como línea psicopedagógica se orienta a llevar a cabo un cambio educativo en todos los niveles.

La perspectiva constructivista del aprendizaje puede situarse en oposición a la instrucción del conocimiento. En general, desde la postura constructivista, el aprendizaje puede facilitarse, pero cada persona reconstruye su propia experiencia interna, con lo cual puede decirse que el conocimiento no puede medirse, ya que es único en cada persona, en su propia reconstrucción interna y subjetiva de la realidad. Por el contrario, la instrucción del aprendizaje postula que la enseñanza o los conocimientos pueden programarse, de modo que pueden fijarse de antemano los contenidos, el método y los objetivos en el proceso de
 enseñanza.
La diferencia puede parecer sutil, pero sustenta grandes implicaciones pedagógicas, biológicas, geográficas y psicológicas. Así, esto aplicado a un contexto de aula con alumnos significa que desde un enfoque constructivista puede crearse un espacio favorable al aprendizaje, con un clima motivacional de cooperación, donde cada alumno reconstruye su aprendizaje con el resto del grupo. Así, el proceso del aprendizaje prima sobre el objetivo curricular, no habría notas, sino cooperación. Por el otro lado y también a modo de ejemplo, desde la instrucción se elegiría un contenido a impartir y se optimizaría el aprendizaje de ese contenido mediante un método y objetivos fijados previamente, optimizando dicho proceso. En realidad, hoy en día ambos enfoques se mezclan, si bien la instrucción del aprendizaje toma más presencia en el sistema educativo.

Jean Piaget


Jean Piaget
Para Jean Piaget, la inteligencia tiene dos atributos principales: la organización y la adaptación. 2
El primer atributo, la organización, se refiere a que la inteligencia está formada por estructuras o esquemas de conocimiento, cada una de las cuales conduce a conductas diferentes en situaciones específicas. En las primeras etapas del desarrollo, un niño tiene esquemas elementales que se traducen en conductas concretas y observables de tipo sensomotor: mamar, llevarse el dedo a la boca, etc. En el niño en edad escolar aparecen otros esquemas cognoscitivos más abstractos que se denominan operaciones. Estos esquemas o conocimientos más complejos se derivan de los sensomotores por un proceso de internalización, en otras palabras, por la capacidad de establecer relaciones entre objetos, sucesos e ideas. Los símbolos matemáticos y de la lógica representan expresiones más elevadas de las operaciones.
La segunda característica de la inteligencia es la adaptación, consta de dos procesos simultáneos: la asimilación y la acomodación. La asimilación (del Lat. ad = hacia + similis = semejante) es un concepto psicológico introducido por Jean Piaget para explicar el modo por el cual las personas ingresan nuevos elementos en sus esquemas mentales preexistentes, explicando el crecimiento o sus cambios cuantitativos. Es, junto con la acomodación, uno de los dos procesos básicos para este autor en el proceso de desarrollo cognitivo del niño. La diferencia con ésta es que en este caso no existe modificación en el esquema sino sólo la adición de nuevos elementos. El esquema (o esquema de la conducta) viene a ser la trama de acciones susceptibles de ser repetidas (Merani, 1979).

Críticas al constructivismo

En los textos de Mayer, 2004; Kirschner, Sweller, y Clark, 2006, Sweller y sus colegas argumentan que los principiantes no poseen los modelos subyacentes mentales o "esquemas" necesarios para "aprender haciendo" (p.ej. Sweller, 1988). Es más, Mayer (2004) sugiere que cincuenta años de datos empíricos no apoyan la utilización en la enseñanza de la técnica constructivista de descubrimiento puro. En aquellas situaciones que requieren el descubrimiento, aboga por el uso de descubrimiento dirigido. Mayer propone que los principiantes sean "cognoscitivamente activos" durante el estudio y que los instructores usen "prácticas dirigidas."
También el filósofo de la ciencia Mario Bunge suscribe críticas al constructivismo desde su visión del hilorrealismo: “El constructivismo pedagógico no sólo es falso. También es perjudicial a causa de que niega la verdad objetiva, elimina la crítica y el debate y hace prescindibles a los docentes”.3
La adquisición del conocimiento en contextos espontáneos y naturales es un buen objetivo desde una perspectiva científica, pero resulta insuficiente para ser aplicado a la educación. Porque la educación es una situación artificial en la que se intenta producir el conocimiento no solo de forma "natural" sino también en formas adicionales. No se tratara tan solo de reproducir el desarrollo.4
Otros autores sostienen que no es suficiente con la percepción subjetiva de la realidad por parte del individuo para la internalización de los conceptos, sino que es necesaria la interacción del observador con el medio.



EDUCACIÓN POPULAR

Educación popular

Enfoque que entiende la educación como un proceso participativo y transformador, en el que el aprendizaje y la conceptualización se basa en la experiencia práctica de las propias personas y grupos. Partiendo de la autoconcienciación y comprensión de los participantes respecto a los factores y estructuras que determinan sus vidas, pretende ayudarles a desarrollar las estrategias, habilidades y técnicas necesarias para que puedan llevar a cabo una participación orientada a la transformación de la realidad.
Los orígenes de esta corriente, que ha tenido una amplia incidencia teórica y práctica en el campo del desarrollo, se encuentran ya en los años 60 en las aportaciones del educador brasileño Paulo Freire y en la experiencia de multitud de organizaciones, principalmente latinoamericanas. Partiendo de la constatación de una realidad de injusticia y desigualdad, su preocupación consistió en ir construyendo con y desde los sectores populares, y en base a la experiencia práctica, herramientas educativas que les permitieran a éstos participar, organizarse y transformar su realidad concreta y mejorar sus vidas. El objetivo último de la educación popular es contribuir a la construcción de una democracia sustantiva, real y no sólo formal, en la que todas las personas y pueblos tengan la capacidad y posibilidad efectivas de participar en condiciones de igualdad, impulsando cambios sociales liberadores a favor del desarrollo y de un mundo más justo, solidario y cooperativo, y en mejor armonía con la naturaleza.
De esta forma, la educación se entiende como un proceso transformador en el que las propias personas participantes son los actores fundamentales. Tal proceso cuenta con varias fases, que se retroalimentan y redefinen continuamente: a) reconocer críticamente la realidad y la propia práctica, b) comprender y construir nuevas formas de actuar, c) replantear la acción para mejorar la realidad, y d) actuar sobre la realidad (Documentación Social, 1998). Como se ve, se trata de un proceso circular, en el que se parte de la práctica, para reconceptualizarla y volver después a ella modificándola.
Proceso de educación popular
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Otro rasgo característico de la educación popular son las metodologías que utiliza. Consisten en técnicas y dinámicas que parten de la propia realidad y experiencia de las personas, y que se caracterizan por su carácter ameno, dinámico y motivador. Con ello se pretende suscitar y mantener el interés del grupo, facilitando en éste la participación, la reflexión, el diálogo y el análisis. En este sentido, el animador o el educador no aporta todas las respuestas, sino que simplemente ayuda a que el grupo se formule las preguntas necesarias y construya sus propias respuestas. Esta metodología es coherente con el carácter abierto, flexible, participativo, grupal, práctico y vivencial de la educación popular, así como con los objetivos y valores que propugna: la participación democrática, el desarrollo organizativo, la formación para la acción, la transformación y el cambio de la vida real.
Algunas otras características de la educación popular, que han justificado el interés por la misma, son las siguientes (Vargas et al., 1995): a) la diversidad de corrientes de pensamiento en las que se ha inspirado (humanismo, cristianismo de base y teología de la liberación, marxismo, etc.); b) su concreción práctica en un conjunto, amplio y diverso de experiencias, así como el esfuerzo constante de conceptualización y profundización de sus fundamentos teóricos; c) la producción de nuevos instrumentos metodológicos y didácticos adecuados a los objetivos y la realidad de las personas a las que se dirige; d) la orientación consciente y permanente de su práctica educativa hacia el reforzamiento de los procesos organizativos de los sectores populares, y su contribución al desarrollo de nuevas formas organizativas (comunitarias, cooperativas, sindicales, etc.); e) la afirmación de la dimensión político-pedagógica de su intervención educativa.
Es preciso subrayar la importante contribución que la concepción y las metodologías de la educación popular han tenido en el campo del desarrollo, en varios planos:
a) En primer lugar, este enfoque ha influido e influye aún decisivamente en la práctica del trabajo comunitario no sólo de América Latina, sino de todo el mundo.
b) Además, ha marcado decisivamente el trabajo de educación para el desarrollo en los países del Norte.
c) Desde los años 80, la educación popular inspira la orientación de muchos proyectos de desarrollo, en los que se promueve la participación de los beneficiarios en el diseño y gestión de aquellos, partiendo de sus propias necesidades y prioridades.
d) Igualmente, la filosofía que inspira la educación popular, así como las experiencias a que ha dado lugar, han sido la raíz de la que han brotado nuevos conceptos fundamentales hoy en la terminología del desarrollo, referidas a la implicación de las personas y comunidades en los procesos de cambio, como son: empoderamiento, participación comunitaria, capacidades locales o fortalecimiento institucional.
e) Por último, la educación popular ha contribuido también a la elaboración de numerosas técnicas que facilitan que las propias comunidades puedan analizar la realidad, así como sus necesidades, su vulnerabilidad y sus capacidades, entre las que figuran la investigación-acción-participación, losenfoques participativos y el diagnóstico rural participativo.
La educación popular ha pasado por diversas etapas en las décadas pasadas. En los años 60 el objetivo central consistió en la creación de organizaciones capaces de transformar la realidad. En los 70, aunque perduró ese objetivo, la prioridad se centró en el fortalecimiento de las organizaciones y movimientos populares ya existentes, impulsando procesos sociales como los que llevaron al poder a Allende en Chile o a los sandinistas en Nicaragua. En los años 80, por su parte, se constató la necesidad de incrementar la profesionalidad de los grupos educativos existentes. Por último, en los años 90 la educación popular entró en crisis, por el debilitamiento de las utopías y de los modelos de cambio social experimentado al concluir la Guerra Fría, al tiempo que se le formulan varias críticas: la escasa base pedagógica de sus métodos y técnicas, el limitarse a poco más que un conjunto de dinámicas y juegos, y su carácter excesivamente alternativo y localista.
Sin embargo, desde mediados de la década de los 90 parece asistirse a una cierta revalorización de la educación popular. Si bien muchos la ven como un anacronismo ligado a pasadas experiencias revolucionarias en el tercer mundo y totalmente inadecuada para las sociedades avanzadas, otros sectores entienden que la educación popular tiene cabida también en las sociedades del Norte: con las debidas adecuaciones a su realidad social, política y económica, la educación popular puede ser un instrumento válido para impulsar las transformaciones que también el Primer Mundo, y toda la humanidad, deberán afrontar en el nuevo contexto de globalización.
En cualquier caso, son numerosas las organizaciones y redes en todo el mundo, entre las que destacan Alforja (Red Centroamericana de Educación Popular) y la CEAAL (Centro de Educación de Adultos de América Latina), que siguen trabajando en educación popular y tratan de reconceptualizarla y reajustar sus propuestas y estrategias a la nueva realidad de la mundialización. M. E.


 https://www.youtube.com/watch?v=TOn05bs2ZvI



EDUCACIÓN POPULAR


Educación popular

La Educación popular (EP) es una rama de las ciencias sociales, específicamente de la pedagogía, que basa el proceso de aprendizaje de un individuo en la práctica, las experiencias, el razonamiento y el contexto social de ésta. Es decir, el individuo aprende del medio que lo rodea, sin necesariamente, asistir a una institución educativa como tal.

Orígenes

Aunque el concepto de educación popular nace y se fortalece en los años sesenta, ya existían antecedentes pedagógicos y políticos muy importantes sobre esta corriente de educación. Algunos de los personajes más influyentes son Simón Rodríguez, Ernesto Guevara (El Che Guevara), José Carlos Mariátegui, Lázaro Cárdenas, entre otros, quienes, con sus ideas, fueron la base de esta corriente educativa.
Sin embargo, fue a partir de los pensamientos y las acciones del educador brasileño Paulo Freire (considerado el padre de la educación popular) que ésta corriente educativa empezó a tener gran auge en Latinoamérica y en el mundo.
Freire nació en Recife, Pernambuco, donde cerca de la mitad de la población vivía en condiciones de pobreza, había altas tasas de desempleo, hambre y analfabetismo. Debido a esta situación, centra su trabajo en grupos vulnerables como pueblos indígenas en Latinoamérica y personas de escasos recursos.
Aunque Freire nunca habló propiamente del concepto de educación popular, influyó mucho en su desarrollo. Poco a poco se fue configurando un discurso educativo transformador que se vio reflejado en movimientos sociales posteriores como la Revolución de Cuba en el año 1959, el surgimiento de la Teología de la liberación, la crisis del modelo soviético, el surgimiento de la investigación-acción, la comunicación popular y la redefinición de las ciencias sociales.
Fue hasta la Revolución Sandinista, en Nicaragua, que se comenzó a utilizar, como tal, el concepto de educación popular. Sin embargo, no es un concepto estático, por el contrario, cambia en la medida en que los sujetos políticos participan mediante acciones pedagógicas transformadoras.

Aportes de Paulo Freire

Uno de los principales personajes de esta práctica es el educador brasileño Paulo Freire, quien desarrolló un programa de alfabetización de los oprimidos y divulgó por el mundo sus ideas al respecto. Es un modelo de ruptura en relación muchas veces con las prácticas de resistencia. Además, está íntimamente ligada con la desnaturalización de la realidad y la transformación radical de la sociedad.

Concepción de la escuela según Paulo Freire


“La escuela es… el lugar donde se hacen amigos, no se trata sólo de edificios, aulas, salas, pizarras, programas, horarios, conceptos… Escuela es sobre todo, gente, gente que trabaja, que estudia, que se alegra, se conoce, se estima. El director es gente, el coordinador es gente, el profesor es gente, el alumno es gente, cada funcionario es gente. Y la escuela será cada vez mejor, en la medida en que cada uno se comporte como compañero, amigo, hermano. Nada de isla donde la gente esté rodeada de cercados por todos los lados. Nada de convivir las personas y que después descubras que no existe amistad con nadie. Nada de ser como el bloque que forman las paredes, indiferente, frío, solo. Importante en la escuela no es sólo estudiar, no es sólo trabajar, es también crear lazos de amistad, es crear un ambiente de camaradería, es convivir, es unirse. Ahora bien, es lógico… que en una escuela así sea fácil estudiar, trabajar, crecer, hacer amigos, educarse, ser feliz”. Paulo Freire
A partir de este poema podemos extraer las diferentes ideas:
·         La comunicación e interacción entre todos los participantes para conseguir libertad humana.
·         Prima la democracia en la escuela enfocada en el alumno a través de una pedagogía práctica.
·         Existe una interrelación entre docente y discente, aprenden y enseñan mutuamente.
·         Su filosofía educativa pretende ponerse en el lugar de los oprimidos.
·         El diálogo es la base de esta metodología.
·         Es de vital importancia el respeto entre las personas.

Metodología de la Educación Popular de Paulo Freire

Objetivo: cambiar la sociedad gracias a la alfabetización para que los oprimidos se conozcan a sí mismos y se desarrollen socialmente. Además de recuperar su dignidad perdida.
Métodos: el principal método es el diálogo, es decir, lo que más se
 utiliza son recursos orales. Un diálogo adaptado a cada contexto y a cada individuo, en el que todos participen de una manera activa siguiendo las siguientes fases:
·         Inmersión del educador en la forma de vida, cultura y lenguaje de los educandos. Así el educador empatiza con los educandos y aprendiendo de ellos.
·         Creación de grandes láminas con dibujos que representen escenas de la vida cotidiana de los educandos.
·         Creación de círculos de discusión en los que se van debatiendo sobre lo que se ve en cada lámina. El educador no es pasivo, sino que escucha y va anotando las primeras palabras significativas que surgen, llamadas palabras generadoras.
·         Aprender la escritura de las palabras generadoras diferenciando sus sílabas y así rápidamente van surgiendo nuevos conceptos que van aumentando su grado de abstracción.
·         Discusión y escritura de conceptos abstractos. Llegan de manera natural a la definición antes que a la escritura del propio concepto.
·         Proceso: el proceso de educación popular, que es circular, tiene varias etapas. Estas etapas serían:
·         Concientización: reconocer críticamente la realidad y la propia práctica.
·         Comprender y construir nuevas formas de actuar.
·         Cambiar la práctica con el fin de mejorar la realidad.
·         Actuar sobre la realidad.

La Educación Popular y la Educación Formal

La Educación Popular se contrapone a la educación formal. Esta última entiende a los participantes del proceso educativo como recipientes que pueden ser llenados de conocimientos. Se caracteriza por ser una práctica autoritaria y de traspaso unilateral de conocimiento, sin reflexión ni crítica. La Educación Popular o liberadora, en cambio, se caracteriza por ser un espacio de diálogo, encuentro y reflexión. A través de la superación de la contradicción educador - educando, nadie educa nadie, sino que todos se autoeducan y generan conocimiento popular y colectivo.
La teoría de la educación popular, creada por Freire, tiene los siguientes puntos:
·         Crítica y dialéctica: Transformar al sujeto a partir de un proceso de educación contextual. Que el oprimido tenga las condiciones para descubrirse y conquistarse reflexivamente, como sujeto de su propio destino histórico.
·         Contexto: La persona siempre es en relación a un contexto social.
·         Método: La utilización de los recursos orales fundamentalmente. Depende del marco de referencia que se utilice. La evaluación también será contextual.
·         Praxis: Toda teoría de la educación popular tiene que tener consecuencias prácticas.
La educación popular tiene numerosos enlaces con la llamada pedagogía crítica y ha sido uno de los pocos movimientos críticos del siglo XX que han resistido los cambios sociales de manera exitosa en el siglo XXI.
En oposición muchas veces a los sistemas educativos oficiales, la educación popular se puede definir como una labor educativa diseñada para fomentar el sentido crítico de sus participantes y para permitir que tomen conciencia de cómo las experiencias personales de un individuo están conectadas con problemas sociales de índole más generalizada. Se intenta dotar de herramientas intelectuales a los participantes para actuar y cambiar la sociedad. Este es el enfoque que podemos relacionar con la pedagogía de Paulo Freire
Paulo Freire y algunas corrientes críticas dentro de la pedagogía y la sociología. Podemos relacionar con esta visión de la pedagogía, numerosos movimientos políticos y sociales, como el anarquismo, que a lo largo del siglo XX han inspirado escuelas y modelos teóricos alternativos caracterizados por una horizontalidad que implica una forma de relaciones humanas y educativas que rompen el estilo vertical, criticado por ellos, de la práctica educativa. En esta línea, hay universidades populares, ateneos anarquistas, escuelas no directivas e incluso proyectos profundamente transgresores como la anti-pedagogía de Iván Illich.

Experiencias de la educación popular en el mundo]

La educación popular ha pasado por distintas etapas. Nació en América Latina en los años 50, concretamente en Brasil, un país con graves e injustas desigualdades sociales. En la década de los 60, el objetivo es formar organizaciones que cambien la realidad. En los años setenta se fortalecieron los movimientos populares que comenzaron años anteriores. Durante la siguiente década se profundizó en profesionalizar a los grupos educativos que ya existían. En los inicios de los años noventa la educación popular entró en crisis, criticándose la escasa base pedagógica de sus métodos y técnicas; aunque a mediados de este período se volvería a revalorizar.
Diversos y distintos Movimientos Sociales Latinoamericanos han llevado a cabo experiencias de educación popular dentro de sus prácticas políticas. En México el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a través de las Escuelas Secundarias Rebeldes Autónomas Zapatistas. En Brasil, el Movimiento de los Sin Tierra (MST). En Argentina, la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo y los bachilleratos populares -a estos últimos se les ha reconocido, en la mayor parte de los casos, la validez del título [cita requerida]. En Chile, el movimiento nacional de educadores populares MOVER, la Red de Educadores y Educadoras Populares de Santiago y el Colectivo Caracol, el apañe de los piños.
Actualmente más de cien países poseen núcleos de estudios, cátedras o institutos que trabajan bajo los oficios de la pedagogía liberadora, desarrollada por el educador.
Para atender la demanda, el Instituto Paulo Freire desarrolló un departamento que trata la expansión de la ideología del pedagogo por todo el mundo. La universidad de Paulo Freire fue creada en el 2000, durante un encuentro de pedagogos realizado en Bolonia (Italia). El coordinador de la universidad, Jason Mafra afirma que la función del departamento es orientar a los estudiosos que se interesan por el instituto. En 2008 fueron inaugurados el Instituto Paulo Freire de Israel y de Sudáfrica.